¿Estamos conectados para querer cosas?
Con el reciente ir y venir de la locura del "Viernes Negro" y su comercialismo desenfrenado... con la temporada navideña aumentando... con mi hijo en segundo grado, expuesto a charlas de compañeros de clase sobre los regalos que planean recibir en las próximas semanas , me recordó a un artículo por la psicóloga social Christine Carter discutiendo si estamos "programados para querer cosas".
Al igual que el autor, como padres intencionales, queremos fomentar emociones positivas como la gratitud y el altruismo, para traer significado, conexión y recuerdos positivos. Entonces, ¿cómo podemos hacerlo en esta época desafiante del año?
Podemos enseñarles a reconocer lo que les hace querer, querer, querer. Podemos enseñarles a darse cuenta cuando están siendo manipulados por los anunciantes, quienes se aprovechan de lo siguiente:
- Confundimos sistemáticamente la gratificación, que es fugaz, con el gozo real o la felicidad duradera;
- Nuestros cerebros están programados para buscar recompensas. El sistema de recompensas integrado en nuestro cerebro nos motiva hacia todas las zanahorias, grandes y pequeñas, que están colgando por ahí. Buscaremos cualquier cosa que parezca una recompensa, y nuestros hijos también lo harán.
- Todas las zanahorias que cuelgan por ahí son vertiginosas. Los anunciantes saben cómo estimular esa descarga de dopamina en nosotros y en nuestros hijos.
Al reconocer estas tendencias y al crear tradiciones significativas, podemos enseñarles a nuestros hijos lo que realmente les brindará una felicidad duradera durante las fiestas, como comenzar una tradición de gratitud o ayudando a otros.
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