Prácticas de gratitud para cambiar su punto de ajuste de felicidad
“Concéntrese en nombrar, saborear y sentir gratitud por las bendiciones que tiene: su amor por su hijo, los placeres de comer la comida que le gusta, la vista del cielo al atardecer, el drama entretenido de su destino único. No ignores las cosas malas, pero enfócate en celebrar las cosas hermosas con toda la devoción exuberante que puedas reunir”. — Rob Brezsny
Si sientes que tu vida no es tan alegre como te gustaría, aquí tienes una estrategia segura para reponer tu cociente de alegría.
La investigación muestra que sentir gratitud transforma nuestro estado de ánimo y nuestro cerebro. Una de las razones es que sentirnos agradecidos nos inunda con oxitocina, lo que crea más receptores de oxitocina, lo que nos hace más felices. Entonces, la gratitud puede cambiar nuestro punto de ajuste de felicidad, que es nuestro nivel de felicidad habitual. Naturalmente, todos esos buenos sentimientos nos hacen padres más compasivos.
¿Quieres encontrar más gratitud? Estos tres simples hábitos pueden cambiar tu vida.
1. Comienza una práctica diaria de gratitud. Todas las mañanas, entrénate para encontrar al menos tres cosas por las que estar agradecido. Hágalo parte de su ritual matutino, para que recuerde hacerlo: mientras se cepilla los dientes, amamanta al bebé, toma su café, lleva a los niños a la escuela, lo que sea. ¿No encuentras el tiempo? Conviértalo en un ritual matutino con sus hijos y déjelos participar. Los estudios demuestran que esta práctica nos hace sentir mucho más felices en una semana y aumenta nuestro "punto de referencia" de felicidad continuamente mientras lo hacemos.
2. Todos los días, encuentre un momento para sentarse con cada uno de sus hijos y sentir aprecio. ¿Cómo tuviste la suerte de tener a este niño en tus brazos? No dejes que tus preocupaciones te roben este precioso momento. En su lugar, recuérdese cuánto ama a este niño. Deja que la gratitud te inunde. Vierta su amor y aprecio en su hijo. Usted acaba de cambiar su fisiología y la de su hijo para que ambos sean más felices y saludables.
3. Cuando las perturbaciones de la vida diaria sean importantes, reconstrúyase para encontrar algo positivo en la situación. Esto puede parecer artificial al principio, pero rápidamente notará que su actitud realmente depende de su perspectiva.
“Gracias a Dios que tuvo este colapso en casa en lugar de en la tienda”.
“Estoy mejorando cada vez más en el manejo de su ira con calma”.
“Esta es una oportunidad para que él libere toda la tensión de comenzar la nueva escuela”.
“Al menos esto surgió ahora, así que puedo ver lo molesto que está por eso y abordarlo”.
“Ella llora conmigo porque confía en mí”.
“La forma en que manejo las emociones de mi hijo marcará la diferencia por el resto de su vida”.
Esto no es un desastre. Es una oportunidad de crecimiento”.
“Ser padre es una oportunidad de ser un héroe”.
“Es cierto, mi hijo a veces me vuelve loco. Pero, ¿qué pasa con esas personas que desean tan desesperadamente un hijo y no pueden tenerlo? ¿O quién llora a un niño? Soy afortunada, afortunada, afortunada de tener este hijo, con disgustos y todo”.
La gratitud no significa que no tomes medidas para cambiar las cosas que no funcionan. Pero lo harás mejor desde el sentimiento de bondad que nos da la gratitud.
¿No encuentras tu gratitud? La vida puede ser dura, incluso desgarradora.
Sin embargo, incluso en tiempos difíciles, hay mucho por lo que estar agradecido.
Recuerda lo que ya sabes: eres verdaderamente bendecido.
Fuente: Ahaparenting.com