¿Es su hijo resistente?
Proteger a nuestros hijos es un impulso profundamente arraigado en nuestro ADN de padres, pero ningún padre puede proteger a sus hijos de todas las decepciones. Ya sea personal (una calificación reprobatoria o la muerte de un abuelo) o una desgracia a mayor escala (el huracán Katrina o las atrocidades en Siria), la pérdida es una parte inevitable de la experiencia humana. No puede proteger a su hijo de todos los contratiempos, pero puede ayudarlo a desarrollar habilidades para navegar e incluso aprender de ellos. Según Robin Stern, director asociado del Centro de Inteligencia Emocional de Yale, la resiliencia es esencial para el éxito en la escuela y el lugar de trabajo, y también es un ingrediente clave para la vida.
¿Por qué es tan importante la resiliencia?
La vida es incierta. Hay mucho miedo y preocupación. La resiliencia permite a las personas recoger las piezas y seguir adelante después de enfrentar la adversidad, la pérdida o el trauma. Permite que las personas superen las inevitables decepciones que todos encontramos. La resiliencia es esencial en el mundo actual y es un factor clave para vivir una vida larga y satisfactoria.
¿Crees que los niños de hoy son menos resistentes como resultado de los padres helicóptero?
A los padres no les gusta que los niños se sientan incómodos. Esto tiene sentido. Pero cuando te lanzas para ayudar cada vez que las cosas se ponen difíciles, es difícil para ellos desarrollar la resiliencia. Pasando por una decepción y encontrando recursos para salir adelante, así es como los niños construyen resiliencia. Invocar una perspectiva positiva de la vida es otra forma clave de desarrollar la resiliencia.
¿Cómo pueden los padres ayudar a los niños a desarrollar resiliencia?
Cuando su hijo enfrente un desafío, hable sobre lo que sucedió. Escuche atentamente y no salte de inmediato con consejos ni ignore las preocupaciones de su hijo.
Digamos que su hijo no pasa un examen. Si su hijo se siente desanimado, ayúdelo a replantear la situación. Haz preguntas como: “¿Qué crees que podrías haber hecho de manera diferente?” El objetivo es que su hijo asuma la responsabilidad y aprenda de la experiencia. Anímelo a idear una estrategia: “Tal vez no estudié lo suficiente. La próxima vez, estudiaré más”. Así es como desarrolla la resiliencia: incorporando la experiencia difícil en su vida y dándole sentido.
La resiliencia tiene mucho que ver con la forma en que evalúas una experiencia difícil y aprendes de ella. Por ejemplo, si la mascota de su hijo muere, anime a su hijo a tener sus sentimientos de dolor, luego cambie lentamente a un lugar más positivo: "Mi mascota murió y estoy triste, pero también estoy agradecido por el tiempo que pasé con mi mascota y todos los recuerdos que tengo.” Es importante que los niños se den cuenta de que el duelo no es una enfermedad sino una parte de amar a los demás.
Conozco a una maestra que tiene un Libro de la Muerte en su salón de clases. Cuando los estudiantes experimentan una pérdida, pueden hablar sobre su ser querido y poner imágenes en el libro. Esto es genial porque ayuda a los niños a traer a sus seres queridos a la vida diaria.
La gratitud también es muy curativa. Puede enfatizar la gratitud cuando su hijo experimente una pérdida: “Estoy muy agradecido de haber pasado ese tiempo con la abuela. Ella te amaba tanto. Esto ayuda a su hijo a reconocer otros sentimientos además de la tristeza.
¿Es importante que los padres modelen la resiliencia?
El modelaje lo es todo. Tus hijos están mirando, te des cuenta o no. Piense en cómo maneja sus propias situaciones difíciles. Digamos que estás despedido de un trabajo. ¿Como reaccionas? Su idioma es importante. ¿Estás diciendo cosas como: "Esto es lo peor que me ha pasado" o estás diciendo: "Esto es difícil, esto es decepcionante, pero sé que me sentiré mejor mañana"? Es importante mostrarles a sus hijos que tiene optimismo y esperanza.
Hay una diferencia entre simplemente hacer frente a una situación y sanar genuinamente. No puedes simplemente enterrar tus sentimientos. La curación proviene de traer el dolor o la decepción a tu vida y darle sentido, y relacionarte contigo mismo de una manera indulgente. Como familia, hablen sobre lo que han aprendido de sus errores. Esto ayudará a sus hijos a ver que los errores pueden ser nuestros maestros.
¿Cómo recomienda hablar sobre la resiliencia con los niños?
Les enseñaría a pensar en la resiliencia como un músculo que desarrollas cada vez que enfrentas un desafío. Recuérdeles a sus hijos que han pasado por experiencias difíciles antes y sobrevivieron. “Es una decepción que no hayas pasado esa prueba. Pero, ¿recuerdas cuando no entraste en el equipo y estabas tan decepcionado? Trabajaste duro e hiciste el equipo el año siguiente”.
No vas a borrar las decepciones de la vida. Pero cada vez que superamos una experiencia difícil, nos ayuda a darnos cuenta de que podemos hacerlo de nuevo. Desarrollar resiliencia no es algo que se hace de la noche a la mañana, es el trabajo de toda una vida.
Fuente: GrandesEscuelas.org