Ver a los hijos de otras personas como seres humanos tridimensionales
En Camp Kupugani, nuestro campamento de verano multicultural con pernoctación a dos horas al oeste de Chicago y 90 minutos al sur de Madison aquí en el hermoso Medio Oeste, cada niño es tratado como un individuo. Desde su llegada, cada campista es reconocido individualmente, ya sea un novato o un veterano de Kupugani de 5 años. Celebramos y apreciamos a cada niño, tratando de encontrarlos donde están, al mismo tiempo que los desafiamos a ser aún mejores.
Cada niño merece empezar de cero. A menudo, uno se encuentra con adultos que dicen cosas como: "oh, ese niño, hizo esto o aquello", o "ese niño es [de cierta manera]". Puede ser un desafío tomar esos comentarios con pinzas y permitir que el niño demuestre quién quiere ser, libre de limitaciones impuestas desde el exterior. Cuando ponemos a los niños en una caja enmarcada por la percepción de los demás o de nosotros mismos, limitamos la capacidad de ese niño para mostrarnos otros aspectos ilimitados por ideas preconcebidas negativas.
Un artículo reciente del Washington Post reconoce la magia que sucede cuando los adultos ven a los hijos de otras personas como humanos tridimensionales; viñetas a continuación, con el artículo completo aquí.
- No juzgues un libro por su portada.
-
- Asegúrese de ver todos los lados del niño.
- Nunca “descarte” a un niño, especialmente antes de darle una oportunidad real.
- No caracterices un solo arrebato como la representación de la totalidad de la actitud de esa persona.
- No tome las percepciones de otras personas demasiado en serio.
-
- No use estereotipos para juzgar a un niño.
- Piense en cómo le gustaría que la gente mirara a su hijo.
- Compruebe su perspectiva en la puerta.
- Ningún niño solo tiene un lado.
- Busca los aspectos positivos en cada persona.
-
- Sea paciente mientras descubre gemas ocultas dentro de cada niño.
- Cuando encuentre lo positivo, no se detenga ahí; ¡Seguro que descubrirás más cosas geniales!
- Busque rasgos de carácter, no aspectos físicos.
-
- Los niños merecen ser vistos por lo que hacen, no por cómo se ven.
- Los atributos físicos conllevan muchos estereotipos que pueden no coincidir con el individuo.
Adaptado de material fuente de: El Correo de Washington